Autor: William Morris

Cada víspera la tierra se oscurece, como si su esperanza estuviese acabada, aún acecha el sol cuando el día está hecho detrás de la puerta del mañana.

Gris crece la mañana mientras los hombres duermen, lo no visto se extiende en la luz hasta que el tordo le canta a las cosas coloridas, y la tierra olvida a la noche.

No de otro modo va nuestra esperanza: aún como una historia que es contada se pierden vidas bellas, y todo el costo de lo sabio, verdadero y audaz.
Hemos trabajado y fracasado, dijimos la palabra, nadie escuchó, yacemos sordos, nuestra esperanza está muerta, la semilla que esparcimos cayó sobre la tierra para morir.
¿Qué es esto? Para la alegría nuestros corazones se paran quietos, y la vida es amada y querida, los perdidos y encontrados han coronado la causa, el día de días está aquí.

traducción: HM

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