Autor: Agencia Maldita Realidad
Los criminales de guerra Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí y Donald Trump, presidente de Estados Unidos, se reunieron en su Casa Blanca para conversar sobre los avances notorios del genocidio israelí-estadounidense. Aunque ambos se esforzaron por aclarar que sólo trataron el tema tarifario, bien se sabe que los dueños de la inmobiliaria están prontos a concluir su faena.
Trump dijo que se estaba avanzando en la liberación de rehenes, aunque admitió que la liberación de todos será “un largo proceso”. Con su típica chabacanería matona, comentó: “Hay ocupantes que aún se resisten a abandonar el lugar, pero cada vez menos, tengo entendido que la limpieza étnica anda fenómeno. Los ultraortodoxos y mercenarios ya comenzaron a echarlos también de Cisjordania”.
En esta oportunidad, el dueño judío de la inmobiliaria dedicó todas sus declaraciones a alabar al emperador naranja que le dio tanto apoyo para su misión genocida. Sólo comentó que los planos de la Riviera de Gaza los tienen guardados en algún paraíso fiscal. Y con una devergüenza digna de su ruindad, dijo que la propuesta de Trump es maravillosa porque les están permitiendo a los palestinos tener una mejor calidad de vida en Somalilandia.