Autor: Davies, William Henry
La belleza acecha mi corazón y alma, oh, tú, bella Luna, tan cerca y brillante, la belleza me hace como el niño que grita fuerte para apropiarse de tu luz: el pequeño niño que levanta cada brazo para apretarte en su cálido pecho.
Aunque hay pájaros que cantan esta noche con tus blancos rayos a través de sus gargantas, deja que mi profundo silencio hable por mí más que por ellos sus dulces notas: quien te adora hasta que la música falla, es más grande que tus ruiseñores.
traducción: HM
Vistas: 0