Autor: Nidaa Zaghebi

En el segundo día de cese al fuego entre Israel y Hamas, miles de palestinos comenzaron la búsqueda de sus seres queridos enterrados bajo los escombros, mientras intentan evitar el shock de la desvastación forjada por 15 meses de bombardeos israelíes. La tregua, que ha dejado a la franja de Gaza desolada y a Medio Oriente en llamas, comenzó ayer con la liberación de las primeras tres rehenes de Hamas y de 90 presos palestinos.

Ahora la atención está puesta en la reconstrucción del énclave costero destruido por Israel en venganza del ataque de Hamas de octubre de 2023, cuando mató a 1.200 personas y se llevó 250 rehenes a Gaza. Según el ministro de Salud gazatí, Israel mató a 47.000 palestinos en represalia. “Estamos buscando a 10.000 mártires cuyos cuerpos están bajo los escombros” declaró el portavoz Mahmoud Basal, de los Servicios de Emergencias Civiles. “Al menos 3.000 cuerpos fueron derretidos y no hay rastros de ellos” –aseveró Basal.

Mohamed Gomaa, que debió huir de su hogar, nos cuenta que su hermano y sobrino murieron en la guerra. “Fue horrible, y la gente que está enloqueciendo es incontable. Todos están viendo sus casas completamente destruidas. No es como un terremoto o una inundación, no, no, ésta es una guerra de exterminio” nos dijo Gomaa.

El ingreso de seiscientos camiones con ayuda humanitaria les permitió a los gazatíes acudir a los mercados, expresando algunos felicidad en sus rostros ante el descenso de los precios y la presencia de nuevos productos importados, como chocolates. “Los precios bajaron y ahora dejan pasar más mercaderías” dijo Aya Mohammad-Zaki, una mujer desplazada de la ciudad de Gaza, que estuvo refugiada en Deir Al-Balah.

La mitad de los camiones irán al norte, donde los riesgos de hambruna son inminentes. De acuerdo con los gazatíes, el cese al fuego hasta ahora se mantuvo, aunque hubo incidentes aislados. Un médico dijo que ocho personas fueron heridas por fuego israelí a la mañana en Rafah, sin ofrecer detalles. Los militares israelíes dijeron que fueron disparos de advertencia contra sospechosos que se aproximaron a tropas desplegadas según el acuerdo de cese al fuego.

A la Franja Occidental ocupada por Israel fueron llevados los prisioneros palestinos. Entre ellos se halla Nidaa Zaghebi, quien finalmente pudo abrazar a sus tres hijos que tuvo que dejar cuando la arrestaron los militares. Las hijas de Zaghebi, Sadan y Cilla, rompieron en lágrimas cuando su madre llegó, vestidas con atuendos palestinos tradicionales y con coronas de flores. “Cada noche soñé con ellas, e imaginaba lo que estaban haciendo. Sé que mi familia fue muy resistente y las cuidaron muy bien, pero volver a abrazarlas es la emoción más fuerte de mi vida”.  

Serán necesarios billones de dólares para reconstruir Gaza. Despejar los 50 millones de toneladas de escombros con materiales contaminados con asbesto y vaya a saber con qué otros metales o materiales tóxicos, podría demandar más de 20 años de duro trabajo y más de 1 billón de dólares de costo. Este es es el saldo en números, neto, de los bombardeos israelíes, el que le importa a los armamentistas. Ahora vienen los especuladores inmobiliarios, multimillonarios ultraortodoxos ultraderechistas, que de la mano de Trump y Netanyahu, van a anexarse Gaza para hacer resorts y mansiones en su estilo paquidérmico, cuando concluya este atroz “cese al fuego”. Entretanto, los líderes israelíes aseguran que reanudarán los ataques salvajes cuando se les antoje y que su objetivo es la erradicación de Hamas, que es un eufemismo de perpetrar el genocidio hasta que no quede un solo niño palestino vivo.

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