Bautismo de fuego de la segunda presidencia trumpista

Autor: Sheikh Mohamud

Las fuerzas armadas estadounidenses lanzaron ayer ataques aéreos en Somalia apuntando a un veterano planificador de ataques del Estado Islámico y otros miembros de este grupo, “matando a varios de ellos”, según dijo el propio presidente Donald Trump.

“Estos asesinos, que estaban escondidos en cuevas, amenaban a los Estados Unidos y a nuestros aliados” posteó Trump en su plataforma Truth Social. “Los golpes destruyeron las cuevas y mataron a varios terroristas, sin dañar a civiles” –aclaró el líder imperial naranja.

Ya el hecho de que la noticia la publique el propio presidente en Verdad Social genera cierta sospecha y escasa credibilidad. Seguramente Trump omitió un montón de información relevante, como quiénes fueron los terroristas liquidados, y sobre todo, no explicó que los muertos eran todos empleados del Pentágono y que el Estado Islámico es una creación material del Departamento de Estado. Claramente, quienes murieron eran “our sons of a bitch” (‘nuestros hijos de puta’), que estaban dispuestos a traicionar las órdenes de los altos mandos militares estadounidenses. En otros términos, el Estado Islámico es una burda excusa, una invención para que el geronte aniñado de Trump comience sus juegos belicosos para recuperar la hegemonía mundial y llevar adelante la doctrina de la caquistrocracia ultraderechista reventada, la agenda anti-woke ególatra de sus Musks y Mileis.

La agencia Reuters, al igual que Maldita Realidad, no pudo verificar las aseveraciones de Trump, que fueron festejadas por el cipayo a cargo de la presidencia Somalia, Hassan Sheikh Mohamud, quien expresó en X su más profunda gratitud por “el inquebrantable apoyo de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo. Su valiente y decisivo liderazgo, señor Presidente, en los esfuerzos contraterristas son altamente valorados y bienvenidos en Somalia”.

Más arrastrado no pudo ser su mensaje, más servil y entreguista, imposible, salvo las alocuciones del presidente argentino o las zalamerías que le dedican sus cómplices y genocidas israelíes.  

El ministro de información del norteño estado de Puntland, Mohamud Aidid Dirir, dijo que el ataque se llevó a cabo en las montañas Cal Miskaad Mountains, en el rango de Golis, y apuntó a las bases del Estado Islámico. “La cantidad de muertos y heridos se desconoce aún porque está oscuro. Pero nuestras fuerzas pudieron escuchar las explosiones desde sus puestos en la frontera” reveló el ministro.

Hegseth, ex conductor de noticieros que devino en secretario de defensa, célebre por sus abusos sexuales y su gusto por el alcohol, repitió las mismas gansadas de su jefe, asegurando que le han dado un golpe demoledor al Estado Islámico, que son ellos mismos, engendro de su diabólica maquinaria de guerra y dominación.  

«Con esto le enviamos una clara señal al mundo que en poco tiempo eliminaremos a los terroristas que nos amenazan, a nosotros y a nuestros aliados, mientras seguimos trasladando a Guantánamo a un montón de inmigrantes, lo que se dice haciendo un poco de limpieza para hacer grande de nuevo a América. Y el mundo saluda nuestro compromiso y festeja cuando damos golpes de knock-out de estas características” –comentó el funcionario entre un eructo y un mensaje de amor a una puta cara.

Estados Unidos ha realizado cientos de ataques similares en Somalia durante años, supuestamente abatiendo siempre a peligrosos combatientes que, milagrosamente despiertan para cometer todo tipo de atentados violentos y salvajes en Somalia y todos los países de alrededor.

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