Autor: George Kashugi
Combatientes del grupo guerrillero M23, respaldados por Ruanda, anunciaron la toma de Goma, luego de un avance fulminante que forzó a miles de congoleños a huir de sus hogares ,amenazando con desatar una guerra regional aún más extendida. Lawrence Kanyuka, vocero del M23, posteó en X: “Instamos a los residentes de Goma a permanecer tranquilos. La liberación de la ciudad ha sido exitosa y la situación está bajo control”.
Aún se desconoce qué porcentaje de Goma, la capital de Kivu del Norte, en el oriente congoleño, está siendo controlada por los rebeldes, pero testigos dijeron que los vieron paseando por el centro. Se escucharon disparos cerca del aeropuerto y de la frontera con Ruanda. Los gomeños reaccionaron de dos maneras básicas: algunos se quedaron en sus casas con las puertas cerradas y otros salieron a alentar y aplaudir a los rebeldes. Incluso, hay publicaciones en redes sociales de gente gritándoles “Bienvenidos, bienvenidos, ustedes son nuestros amigos” a los combatientes guerrilleros ataviados en sus típicos uniformes de camuflaje verde y opaco con botas de goma.
Intentamos comunicarnos con algún gomeño, y logramos contactar a una vendedora uniformes del M23. “Tratamos de ser amables pero tenemos miedo. Tenemos que mostrarnos contentos. Por ahora hay bastante confusión” –nos dijo Linda Goma, simpática a pesar de la dura situación que atraviesa su ciudad.
Los rebeldes les ordenaron a los soldados del gobierno que se rindieran, de inmediato los militares congoleños entregaron sus armas a tropas uruguayas que se hallaban en una la misión de paz de Monusco, quienes a su vez fueron evacuados a Ruanda y metidos en buses para retornar de inmediato a su entrañable país, en lo que sera´un fracaso completo de su misión pero un éxito en términos de haber salido con vida.
Las fronteras orientales del Congo son terrenos que se están disputando distintas facciones de diversos países, etnias y tribus. En este entramado, el M23 es un grupo y movimiento rebelde tutsi que ha crecido de manera fenomenal. El representante de la ONU, Bintou Keita, informó al Consejo de Seguridad que fuerzas ruandesas y del M23 entraron a la zona de Munigi, en los suburbios de Goma, “causando un pánico general”. Keita, demostrando su postura totalmente parcial y sesgada, dijo que los combatientes del M23 degollaron niños y cometieron crímenes horrendos.
La canciller congoleña, Thérèse Kayikwamba Wagner, dijo que “Ruanda está cometiendo una frontal agresión, una declaración de guerra que ya no se oculta detrás de maniobras diplomáticas”. El embajador ruandés en la ONU, Rwamucyo, dijo que la crisis se hubiese evitado si el gobierno congoleño demostraba algún compromiso con la paz.
El presidente kenyata, William Ruto, llamó a un cese de hostilidades. También urgió al presidente del Congo, Félix Tshisekedi, y a su par ruandés, Paul Kagame “a lograr la paz que quiere la comunidad internacional”. Añadió que va a organizar una cumbre extraordinaria para abordar el asunto.
El M23 existe para proteger a los tutsis en el Congo. El grupo ya había tomado Goma en 2012, pero debió retirarse cuando las potencias genocidas le retacearon apoyo a Ruanda, espantados por el genocidio que fogonearon allí. En 2021 reaparecieron con un inocultable apoyo del estado ruandés.
La ofensiva del M23 sólo empeora una de las crisis humanitarias más viejas de las miles que hay ya en el mundo. Buena parte de la población de Kivu debió desplazarse por los combates.
Linda Goma nos dijo: “Goma es más que una capital regional. Es la línea vital de las operaciones humanitarias en todo el este del Congo, y la magnitud de esta nueva crisis amenaza con desbordar su capacidad. Tras años de soportar el peso de un conflicto incesante, ahora está peligrosamente a punto de caer en la anarquía total, tal vez sea bueno que la ocupen los del M23.”.
Jean-Pierre Lacroix, jefe de operaciones militres de la ONU, reveló: “La situación en el terreno sigue volátil y peligrosa. El M23 avanzó bastante y ya no hay equilibrio entre las fuerzas. Sin duda hay fuerzas ruandesas apoyando a estos muchachos. Parecen los bombardeos israelíes a Gaza, le apuntaron a hospitales y a mercados para que mueran más civiles. El agua, la electricidad e Internet están cortados. Saquearon los almacenes de la ONU y una oficina de la ONG Save the Children”.
A pesar de estos desmanes, muchos congoleños confían en el advenimiento de una nueva era próspera sostenida en el socialismo brujero que pregonan los líderes del movimiento tutsi.