Autor: Robert Louis Stevenson
Las luces de la sala y la cocina brillan a través de las persianas, las ventanas y barras, y arriba, y todas moviéndose, había miles de millones de estrellas. Nunca había habido tantas miles de hojas en un árbol, ni de gente en una iglesia o el parque, y las multitudes de estrellas que miran abajo hacia mí, y que resplandecen y parpadean en la oscuridad.
El perro, el arado y el cazador, y todo, y la estrella del navegante, y Marte, aquellas mostradas en el cielo, y el balde junto a la pared estaría lleno hasta la mitad de agua y estrellas. Ellas me vieron al fin, y me cazaron con llantos, y pronto me tuvieron empacado en la cama, pero la gloria se mantuvo brillando y brilla en mis ojos, y las estrellas dando vueltas en mi cabeza.
traducción: HM