Nuestro sol

Nuestro sol se levanta y nosotros todavía no podemos levantarnos, crecimos en pobreza y nos dimos cuenta que eso es una bendición, nos enseñaron a caminar descalzos con un rostro sonriente, abrazamos a nuestros despiadados enemigos constantemente, adoptamos riesgos suicidas, depresiones, insomnio, a nuestro espíritu sensible con quien fuimos a la deriva con nuestras lágrimas,Ver más ⟶

Los ojos de Milton

Tengo las orejas de mi madre pero los ojos de Milton, ciego a la luz y tinta vacía corriendo sin registrarse, afuera de los márgenes en tableros de mesa, manteles individuales, blondas de encaje. Hombros encorvados peligrosamente. Mentón agachado en clavículas y cuellos. Así es como escribe el ciego. Tan torpe pero tan cuidadosamente hermosoVer más ⟶

Soneto

(Sugerido por alguno de los procedimientos de la Sociedad para la Investigación Psíquica) No con vanas lágrimas, cuando estemos más allá del sol, golpearemos sobre las puertas sustanciales, ni andaremos por aquellos altos caminos polvorientos de los muertos sin rumbo que claman por la Tierra, sino que mejor giraremos y correremos por aquel cerrado yVer más ⟶

Ahora desnuda, a los ojos del observador

Ahora desnudas a los ojos del observador, yacen tus últimas ataduras, disminuyendo lentamente cuando caen, una ciudadela desvestida, el obstinado corsé, enemigo de Cupido, los calzones con volantes de holandés por debajo. Aquellos que el amante nota para advertir, y enagua blanca y crepitante. De éstas, que reposan en el piso, su dama tardíamente vuelveVer más ⟶

El espejo

El espejo sostuvo tu belleza, mi linda, un liviano espacio del momento. Tú me miraste a los ojos, y allí por siempre fijaste tu rostro. Mantente más a tu espejo que a mis más constantes ojos: él contó la verdad, ¡ay!, mi niña, mi fiel memoria miente.   traducción: HM