Autor: Doctor Kushy AV
Siempre había querido estar en un mistral desde que leí “la pasión de vivir”, en Al Khums tuve la oportunidad de participar en algo similarmente diferente, los cálidos vientos del Sahara de una tormenta de arena soplaron en el pueblo un día, todos permanecieron adentro de sus casas, yo salí y caminé y caminé, calles desiertas de un pequeño pueblo fascinante que se habían convertido en un pueblo fantasma en el viento abrasador, partículas de arena se movían y colgaban en el aire tan finas que podían cortar tu retina, una tormenta de arena no puede ser descrita, sólo puede ser vivida y experimentada, y el calor, tal calor, como una ráfaga desde el horno de fuego de un soplador de vidrio, como si fuera de una herrería donde el hierro ha sido forjado en espadas, como desde la misma boca o puertas del digno y mismísimo infierno… Caminé y caminé las calles vacías, los caminos desiertos, para alegría de mi corazón, luego caminé de regreso satisfecho, ardiente, sobreviví, algunas cosas son el destino, Al Khums, esa particular tormenta de arena y viendo Leptis Magna y el azul del Mediterráneo y ahora en mi destino, en mi recuerdo y en mi sangre, como Corfú fue para Gerald Durrell, ¿quién sabe lo que quedó en mi historia? No está terminada, nunca supe que todo esto iba a estar allí, mucho menos lo que queda, me convierto en un personaje en una novela, veamos cuán lejos y hacia dónde va todo, vale la pena esperar a ver qué hay alrededor de la próxima curva del camino.