Vengan al soleado Prestatyn, reía la chica en el poster, arrodillada sobre la arena, en satén blanco tensado. Detrás de ella, un trecho de costa, un hotel con palmeras parecía expandirse desde sus muslos y extender sus brazos de pecho alzado.Un día de marzo la abofetearon. Un par de semanas, y su rostro tenía losVer más ⟶
