Autor: Philip Larkin
Vengan al soleado Prestatyn, reía la chica en el poster, arrodillada sobre la arena, en satén blanco tensado. Detrás de ella, un trecho de costa, un hotel con palmeras parecía expandirse desde sus muslos y extender sus brazos de pecho alzado.
Un día de marzo la abofetearon. Un par de semanas, y su rostro tenía los dientes torcidos y los ojos saltones, tetas enormes y una entrepierna fisurada, fueron punteados bien adentro, y el espacio entre sus piernas tenía garabatos que la ponían bastante a horcajadas, un pene y testículos tuberosos, autografiado Titch Thomas, mientras alguien había usado un cuchillo o algo para apuñalarla justo en los labios con bigote de su sonrisa. Ella era demasiado buena para esta vida. Demasiado pronto, una gran lágrima invertida abandonó solo una mano y algo triste. Ahora Combate al Cáncer está allí.
