Consejo de viejo chocho

Mejor cierra la boca, muchacho. Había flores que olían como caballos sudorosos estirando sus cabezas sobre la valla del corral cerca del rastro de la bicicleta, lenguas gruesas lamiendo labios, bucando puños llenos de hierbas largas, terrones de azúcar, manzanas de las manos abiertas de quienes pasaban, que pensaban que estaban siendo amables.  Aún cuandoVer más ⟶