Los remos se deslizaron y la costa ennegreció con pájaros que tomaron una última mirada a su pelo alborotado y su ojo azul ballena, la ciudad trillada hizo sonar sus adoquines para la suerte.Entonces adiós a los pescadores del bote pesquero con su ancla libre y rápida como un pájaro enganchándose al mar, alto yVer más ⟶