Club de escritura creativa de la universidad

Mi poema de nueve renglones circula como una infección menor, somos demasiado obstinados para esperar una prescripción en la sala del doctor, y el profesor sostiene un lápiz, puntiagudo como un escalpelo hambriento de cirugía, subrayando renglones sufriendo de clichés y palabras malignas, mientras mi metáfora comparando un rostro hermoso a una regadera que apagaVer más ⟶

Harvest Road

Harvest Road se llevó mujeres y nadie fue molestado. Desde el ojo de Dios y mapas de Internet era fácil descubrir la calle aunque se extrañen las grietas de las aceras donde cosas oscuras de piel húmeda hacían sonidos nocturnos, montones de mascotas difuntas y desfiguradas encontradas bajo carteles de animales perdidos, y fantasmagóricos hombresVer más ⟶

El oeste

Bajo un manto de gas que las polillas bombardearon, luz que se empolva con un toque, vientos polvorientos, escucho las noticias por las atmosféricas, un crujido de rocas marinas, madera a la deriva, olas como tráfico distante, noticias de casa, o me observo, como a través de lentes arenosas, materializándome a partir de los destellosVer más ⟶

En ruta

Brujas amateur y vírgenes profesionales, sirenas y pastoras –todas las nuevas áreas de experiencia (he estado fuera de contacto)- damas, ustedes son tantas y tan variadas, tendrán que soportarme, por sus pecados, un extraño a sus filas que sabe también demasiado. Tomo como lectura sus tímidos anuncios de alojamiento y desayuno, si me siento inclinado,Ver más ⟶

En el camino

El rugido del precipitado tren meciéndose temerosamente, gente impaciente atascada en fila por comida, el ruido chirriante de los coches golpeando juntos, y preocupados mozos, algunos de horrible humor, apiñándose en el agujero de la sofocante despensa para pedir platos para cada glotón furioso, exasperado y fuera de control, de esperar por su sopa, pescadoVer más ⟶

Extraños son los caminos de hombres

Extraños son los caminos de hombres, ¡y extraños los caminos de Dios! Caminamos los laberínticos caminos que todos nuestros padres pisaron. Los caminamos sin desmayo, e inmutables contemplamos los portentos del cielo, las cosas que eran de viejos. Perseguimos las estrellas ardientes, su curso en lo alto del cielo, y alrededor de la ciudad ligadaVer más ⟶