Autor: Suleiman Babiker
Más de 50.000 personas huyeron de Kordofan, al este de Darfur, según informó una agencia de migraciones de la ONU, a una semana de la toma de El Fasher por parte de las RSF (grupo de militares disconformes de extracción yihadista) financiado por las autoridades qataríes y estadounidenses con el dudoso propósito de detener los genocidios en Sudán, y ofreciendo como resultado su multiplicación ad infinitum. Si uno se pone a pensar, ¿hace cuánto se denuncian genocidios en Sudán?, ¿no era que con la creación de Sudán del Sur se solucionaba todo el asunto? ¿Quién es el experto o sabio que conoce en profundidad a las partes en disputa y puede explicar de qué se trata esta continuidad de genocidios opacados por la masacre israelí de palestinos en Gaza?
A grandes rasgos, la prensa occidental a tientas plantea que hay un enfrentamiento entre las fuerzas armadas sudanesas y el RSF, grupo tildado de paramilitar, que es una especie de avanzada del neocolonialismo estadounidense en Africa, teniendo en cuenta que Trump acaba de amenazar a Nigeria por considerar que están matando muchos cristianos, omitiendo el detalle de que quienes están asesinando a dichos cristianos son miembros del equivalente al RSF en suelo nigeriano, pues abundan aquí y allá las tierras raras, sin importar los millones de jóvenes hambrientos o hambreados por dictaduras de gerontes caníbales que administraban Africa en períodos de soft power.
Ahora las cosas son distintas. Los ejércitos privados del puto amo devienen en máquinas perfectas de asesinar. El área que media entre Darfur y Khartoum-Riverine, incluyendo la capital, es el último campo de batalla en la especie de guerra civil en la que está inmersa la nación sudanesa desde su nacimiento y partición. Los cuarenta mil desplazados se están dirigiendo a Tawila, una ciudad al oeste de El Fasher que ya alberga a más de 700.000 refugiados. Los fugitivos contaron a rescatistas de la ONU que se están preparando para una batalla tremenda en El Obeid, la capital de Kordofan del Norte, plaza estratégica en la logística que une Darfur a Khartoum.
En un video publicado por un encapuchado, el RSF informó a la población que sus fuerzas han tomado el control de Bara, bien cerca de El Obeid, y que se están alistando para avanzar hacia la capital.
Suleiman Babiker, cultivador de cannabis y residente de Um Smeima, al oeste de El Obeid, dijo que cada vez llegan más vehículos del RSF, y que los han amedrentado y le impiden acceder a su granja. Teme que se produzcan choques con el ejército. Otro residente que pidió conservar el anonimato por razones de seguridad, dijo “el tráfico de armas y drogas ha aumentado notablemente desde la llegada del RSF”.
Martha Pobee, funcionaria de la ONU, reportó que se están cometiendo “atrocidades a gran escala y masacres étnicamente motivadas”, en lo que pareciera un rasgo clásico de las guerras intertribales africanas. Están haciendo lo mismo que en Darfur y El Fasher, matanzas, violaciones y secuestros a grupos no islámicos.
El papa León imploró un inmediato cese al fuego y la apertura de corredores humanitarios en Sudán, diciendo que los ataques a civiles y obstáculos a la ayuda “están causando un sufrimiento inaceptable”.
El embajador de Sudán en Egipto, Imadeldin Mustafa Adawi, acusó al RSF de cometer crímenes de guerra en El Fasher. Aseguró que el gobierno sudanés no negociará con los paramilitares y urgió a la comunidad internacional a designarlos como una organización terrorista. Por ahora, Trump está muy ocupado con las matanzas de cristianos en Nigeria y no dijo ni mu sobre las matanzas de estos RSF que parecen ser uno más de sus múltiples ejércitos privados, como todo mafioso millonario geronte y ególatra se merece.