Autor: Philip Larkin
Amor de nuevo: masturbándose a las tres y diez (¿Seguro que él ya la ha llevado a casa ahora?), el cuarto caliente como una panadería, la bebida se murió, sin mostrar cómo encontrar el mañana, y el después, y el dolor usual, como disentería.
Algún otro sintiendo sus pechos y su coño, algún otro hundido en esa mirada fija, y yo supuse ser ignorante, o hallarlo divertido, o no importarme, incluso… ¿pero por qué ponerlo en palabras? Bastante aislado este elemento que se extiende por otras vidas como un árbol y se balancea sobre ellas en un tipo de sentido, y digo por qué nunca funcionó para mí. Algo relacionado con la violencia hace mucho tiempo, y malas recompensas, y eternidad arrogante.
Vistas: 3
