Autor: Philip Larkin
Si manos pudieran liberarte, corazón, ¿adónde volarías? ¿Lejos, más allá de cada parte de tierra que este cielo corriendo hace desolada? ¿Cruzarías la ciudad, la colina y el mar, si manos pudieran liberarte?
No levantaría el pestillo, porque podría correr por campos, valles de pozos, captar cada belleza bajo el sol… Aún termino en pérdida: podría no encontrar ningún brazo inclinado, ni cama para descansar mi cabeza.
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