Autor: Philip Larkin
La luz se extiende oscuramente hacia abajo desde lo alto, racimos de luces sobre sillas vacías que se enfrentan unas a otras, de diferente color. A través de las puertas abiertas, el comedor declara una soledad más amplia de cuchillos, vidrio y silencio dispuestos como alfombra. Un botones lee un periódico vespertino sin vender. Las horas pasan, y todos los vendedores han regresado a Leeds, dejando los ceniceros llenos en la Sala de Conferencias.
En pasillos sin zapatos las luces arden. Cuán aislado, como un fuerte, es…
El papel de encabezado, hecho para escribir a casa (si un hogar existió) cartas de exilio: ahora viene la noche. Las olas rompen detrás de los pueblos.
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