Autor: Hong-chang, wong
Ayer el ejército norcoreano disparó varios misiles balísticos de corto alcance, a una semana de la cita del emperador del mundo en el país vecino. Se trata del primer lanzamiento desde mayo, y el primero que realiza desde la asunción del presidente Lee Jae Myung a la presidencia de Corea del Sur, con una plataforma que proponía hacer las paces con él régimen de Kim-Jong-Un.
Y es que la semana que viene se reúne el foro de la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico), donde Trump se a encontrar también con su par chino Xi Jinping.
Lee y Trump discutieron la idea de encontrarse con el líder norcoreano pero hasta ahora Kim-Jong-Un no respondió al convite, o más bien lo hizo hoy, con el lanzamiento de sus aparatosos misiles. La idea del emperador y de Lee es trasladarse a la zona desmilitarizada para departir un rato con el carismático conductor de un régimen comunista equipado con tecnología y armamento para amedrentar a cualquier potencia del mundo capitalista.
Corea del Sur suspendió los viajes al pueblo de Panmunjom en la frontera hasta noviembre, pero no confirmó encuentros con su par norcoreano. Trump se reunió tres veces con Kim-Jong-Un durante su primer mandato, e intercambió cartas con el líder imperial que éste definió “hermosas”, tras fracasar sus esfuerzos de que Corea del Norte desistiera de seguir desarrollando armas nucleares.
El mes pasado el líder norcoreano declaró que tenía “lindos recuerdos” de Trump, y que no evitaría retomar las conversaciones si Washington abandona su afán de que Corea del Norte abandone su arsenal nuclear renunciando a su autodefensa, y mucho menos si lo extorsionan con sanciones.
El director del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales, Victor Cha, dijo que aunque se reúnan cinco minutos va a ser una gran cosa, contemplando todo lo está sucediendo y que lo más jugoso para Trump estará en su reunión Xi-Jinping, donde hay que ver si adopta su estilo grosero e impúdico de matonear y pretender humillar a sus pares presidenciales, sean de donde fueren.
Corea del Norte ha demostrado que tiene misiles de corto, medio y largo alcance, que podrían alcanzar territorio estadounidense si se lanzan en la trayectoria apropiadamente calibrada. Los surcoreanos monitorearon los lanzamientos de sus vecinos junto con las fuerzas estadounidenses y japonesas y corroboraron que cayeron en zonas descampadas sin provocar daños materiales y con un impacto ambiental mínimo. En algunos casos cayeron en Japón y en otros directamente en el mar.
En cuanto a sus misiles intercontinentales, probados en un evento que contó con la presencia del líder chino, generaron asombro por su capacidad y versatilidad en vuelo, y por la precisión en la descarga de bombas atómicas y propaganda a su régimen donde los hombres no son explotados ni esclavizados ni descerebrados en la forma constante en que lo son en todos los sistemas capitalistas contemporáneos, incluido el chino.
