Autor: David Ratcliffe
Aquí en una sala vacía despojada de vida hay paredes mudas, un techo observador, las grietas estranguladas desde un piso bien gastado, cada uno se añade a un estruendoso silencio orquestal.
Establecido en el polvo de la memoria perdida espera ocupación sin invitación, una caja dentro de una caja, en un laberinto de nada, salvo por bosquejos de vacío enmarcado.
El pasado conserva sus secretos ocultando opciones perdidas, esperando nuevas encarnaciones, comienzos, triunfos, trabajos, sufrimiento, perdón, adoración, nacimiento y pérdida.
Una nueva raza para exterminar, voces no escuchadas desde paredes cansadas, enterradas en capas de pintura fresca, sonidos de alegría y el fracaso de los sobres, ambos bienvenidos y temidos, golpeando la alfombra con igual inocencia.
Fuerte sofá nuevo y con resortes, entra por la misma puerta, mientras los pies de los antiguos moradores están preparados para derrames, lujuria y videojuegos.
Todavía, la calma entre ocupaciones perdura detrás de la apariencia de nuevos comienzos, dejando rastros de su ADN pegajoso donde permanecen para siempre sin emitir juicio.
