Autor: Jason Baldinger
La carrera de carrozas interestatal, una competición vacía pero no hay salvación en vencer a un GPS, no hay bosta, sólo algún animal atropellado, si eres afortunado quizás encuentres al Jesús blanco ondeando una bandera estadounidense, llamando a los corredores al foso, o a esa vida de Ben Hur; yo prefiero el maíz verde, hectáreas a la altura de los ojos en julio, mirlos de alas rojas observan sobre dos senderos, observan olas atravesar el mar; 12:15, no seguí los desvíos naranjas, hice mi propio inventario de pueblos de una señal de detención, Odell, Linden, Romney, Dios bendiga a Estados Unidos se amplifica a través de la neblina de Crawfordsville o Kate Smith, pongámosnos serios a través de esas llanuras frutadas, hasta que el gris asfalto se apague en un océano blanco con espuma; tengo horas por delante para ir a la deriva bajo la corriente de una cosecha futura, hay un trueno en mi bolsillo para que lo guarde seguro, tal vez lo desempolve cuando llegue a la próxima frontera estatal
