Autor: Agencia Maldita Realidad
La activista ambientalista Greta Thunberg, junto a once compañeros, se acaba de sumar a la Flotilla de la Libertad, que busca quebrar el bloqueo israelí a la Franja de Gaza, donde el estado hebreo esta perpetrando el peor genocidio del siglo XXI.
La nave Madleen partió ayer del puerto de Catania, en Sicilia. A bordo lleva medicamentos y comida, y pretende llamar la atención sobre la crisis humanitaria desatada por la inmobiliaria Trump-Netanyahu, que acaba de poner en marcha 22 asentamientos de ortodoxos lunáticos armados hasta los dientes.
“Estamos haciendo esto porque, sin importar lo que vamos a enfrentar, hay que seguir intentando” dijo Thunberg, estallando en lágrimas durante su discurso de despedida.
“Porque en el momento en que dejemos de intentarlo habremos perdido nuestra humanidad. Y, sin importar lo peligrosa que sea esta misión, no es ni cerca tan peligroso como el silencio del mundo entero ante un genocidio transmitido en vivo”.
Las especulaciones sobre el nivel de hambruna que hay ahora en Gaza son infumables. Los crímenes diarios de niños, e incluso de palestinos que van a recibir la “ayuda humanitaria”, para estallar en mil pedazos o ser masacrados por el fuego israelí, rebaten todo argumento y sólo invitan a una postura digna y combativa como la de la maravillosa joven sueca.
Las agencias de la ONU informaron que las restricciones israelíes y los saqueos de los centros de distribución tornan dificultosa la distribución de ayuda a los dos millones de palestinos que la inmobiliaria se dispone a desalojar, si es que no fenecen en su plan de aniquilamiento inmediato, ya en curso.
Además de Thunberg, se sumaron a la flotilla el actor Liam Cunningham y Rima Hassan, una francesa miembro del Parlamento Europeo que es descendiente de palestinos, a quien se le ha prohibido el ingreso a Israel por su fuerte prédica en contra del genocidio.
Los activistas creen que tardarán una semana en llegar a destino, si no son detenidos o volados antes por el ejército israelí. “Sólo queremos salvar vidas de gente bombardeada y hambreada sin pausa desde hace 19 meses” dijo la diputada francesa. “Romperemos el bloqueo israelí por mar, pero esto es solo una parte de una estrategia más amplia de movilización para romper también el sitio por tierra” –dijo la activista propalestina, en referencia a la Marcha Global a Gaza, una iniciativa internacional de médicos, abogados y periodistas, que saldrá de Egipto y piensa llegar a Rafah a mediados de junio. Allí harán una protesta demandando a los israelíes que detengan el genocidio y reabran las fronteras. Adentro de Israel, los dueños de la inmobiliaria van a estar firmando los contratos para comenzar la construcción de la Riviera de Gaza soñada por el yerno judío de Trump. Y su sueño, con tanta masacre y matanzas encima, se va a cristalizar en una realidad más maldita que cualquier cosa en el mundo.