Autor: Malone, Tyler
34 millas barridas de un cuarto de un tanque a combustible de Mitsubishi desde el sol gris a ninguna luna para ti y para mí: dos kamikazes.
El camino es tan chato como el de mi celda, recepción, las colinas duermen, bultos bajo sábanas.
Nuestra tragedia no puede ser menos que ironía, hoy es el septiembre de piedra a ceniza.
Está lloviendo de costado, pero el cielo no está en llamas… ya no más, los trapos trabajan demasiado lento, ellos no despejan el terror, tú me llamas por el nombre, como un asesinato es llamado en una multitud. Yo lo llamo amor mientras nubes se agitan ante árboles despistados con puntas de dedos amarillas. Querida, la lluvia está empeorando aquí, pasamos a un ciervo muerto, deja que la lluvia ruede por su espalda.
No somos nosotros, es hoy y esta condenada lluvia al menos, no hay ciudad para ver colapsar, atrapamos vidrio con nuestros labios: ver los padres y madres de la lluvia del cielo de la ciudad.
Unas cuantas millas más son barridas, como mi nombre llama al de la colina: codos de la tierra y como si ningún anillo se deslizara en su dedo.
Por siete años los hombros de la tierra se encogieron, y sólo se interesaban por la nube ocasional que ellos cargan como los kamikazes del Mitsubishi y otras tragedias inmortales, revisamos las barras de servicio, rogamos a Dios, y gritamos mientras éramos acribillados con escupidas de lluvias en parabrisas que no se detienen por siete años, 34 millas o “Un momento de silencio”.
traducción: HM