La inspiradora propaganda de reclutamiento al Estado Islámico de Trump

Autor: Robert Price

Donald Trump tiene una larga y colorida historia con el Estado Islámico (EI). El incorrectamente acusó a Biden de haberlo fundado, dijo que su infame líder “murió como un perro” al anunciar su asesinato, y armó una coalición internacional que terminó con su califato.

En su segundo mandato, hasta ahora su administración no se ha vinculado con EI. Pero el grupo terrorista ha sacado provecho de él, y están capitalizando el desmantelamiento del orden mundial, su afinidad con el genocidio de Netanyahu en Gaza, y sobre todo, le hace propaganda gratis de reclutamiento. 

En Estados Unidos, en los últimos meses simpatizantes del EI activos en redes sociales se han convertido en verdaderas amenazas, con varios incidentes que vienen desde antes de las elecciones.

A inicios de 2025 en New Orleans, Shamsud-Din Jabbar, un boina verde veterano, en nombre del EI usó un camión para matar a catorce personas que habían salido a festejar el año nuevo.  Poco antes Ammar Absulmajid-Mohamed Said, un guardia nacionalista de 19 años, fue arrestado por planear hacer una matanza en una base militar de Detroit en nombre de la misma organización terrorista.

“Estos ataques y los arrestos que se hicieron demuestran que EI continúa teniendo influencia en nuestro país” dijo Lucas Webber, un analista de inteligencia que investiga al grupo desde hace varios años. Y añadió: “Tienen un gran predicamente en jóvenes y militares retirados”.

Desde la perspectiva de los ideólogos del EI, Estados Unidos es un estado cruzado. El secretario de defensa Pete Hegseth tiene varios tatuajes de los invasores paneuropeos del medioevo, los cuales han alimentado el odio y la bronca de los yihadistas, que los reprodujeron y comentaron considerándolos una afrenta a Mahoma. Y es que el tipo también se escribió en un brazo, en lengua árabe, “traidor” o “infiel”, en lo que es una provocación insultante para todos los fieles seguidores de Alá.

En cuanto al genocidio en Gaza, también es propaganda fácil para crear “lobos solitarios” o lunáticos del propio bando que harán atentados mucho más terribles que los de las torres gemelas, o los que están maquinando los propios y confesos miembros del EI. Sus propios “think tanks” han manifestado que ahora Trump, con sus guerras comerciales, está provocando el desmoronamiento de las naciones infieles.

En su visita a Arabia Saudita, además de recibir aviones de regalos y recoger el dinero de ventas trillonarias en armas, se dio el gusto de conocer al presidente de Siria, ex miembro de una agrupación cercana al EI, que combatió a los yanquis en Irak, y quedó encantado con su porte rudo. Así levantó las sanciones que pesaban contra el país donde más triunfó el califato, y retomó relaciones que estuvieron varadas por más de treinta años.

Pero los nuevos combatientes del EI están saliendo de Estados Unidos, siendo seducidos por mensajes que defenestran a la primera potencia mundial.  

Desde la perspectiva del EI afgano, los gobiernos actuales de Afganistán y Siria son títeres en las manos de yanquis, Rusia y China. Esta rama del califato también está asentada en Estados Unidos, y de hecho el año pasado el FBI arrestó a dos narigones que querían concretar una masacre el día de las elecciones. Por su parte, el EI somalí, sobre quien ahora Estatos Unidos está concentrando sus bombardeos, también está muy activo en las redes reclutando ante los desmadres diarios provocados por Trump.

Vistas: 7
Compartir en