Autor: Brownstein, Michael
¿Cuánto más demorará?
No lo sé.
No recuerdo que haya sido tan largo la última vez.
No, la última vez terminó rápidamente, pero recuerdo otra vez en que esperé casi tres horas.
Hemos estado esperando casi una hora.
No importa. La espera lo merece. Estamos por obtener nuevos rostros, ¿recuerdas? Rostros de una mejor calidad que los que hemos tenido antes.
Supongo tienes razón.
Sólo ten un poco de paciencia.
Desearía haber traído un libro o al menos una revista.
Una tablet estaría muy bien ahora.
Okey, me calmaré. Tener una cara nueva definitivamente valdrá la pena.
Las dos mujeres estaban sentadas en duras e incómodas sillas de madera en un tablado alto sobre el piso. Detrás de ellas una pared de bloques de vidrio permitía que un resplandor de luz ingresara a la sala grande donde se sentaban solas.
Tal vez puedas tomar una siesta. Te apuesto que en el minuto en que caigas dormida seremos llamadas para nuestras caras nuevas.
Supongo tienes razón.
Yo intentaré echar una siesta también.
Ellas cerraron sus ojos. La joven de la izquierda comenzó rimando unas palabras que contenían la vocal A larga. Esto siempre funcionaba cuando ella no podía dormirse en casa. Ella pensó en su grande y confortable cama por un rápido momento y luego volvió a la rima. Pronto estaba dormida. La mujer mayor de la derecha hizo lo que había hecho mil veces –nombrar los números primos entre doscientos y trescientos-. Pronto ella se durmió también. Un cuarto de hora después ellas se despertaron ante una leve vibración, luego un movimiento oscilante y después comenzaron a deslizarse por el ascensor horizontal hacia la puerta abierta que conducía a la sala bien iluminada llena de antisépticos.
La más joven alcanzó la mano de su amiga y suspiró.
Tan pronto como el tablado estuvo vacío una pareja de mediana edad ocupó su lugar.
¿No es esto excitante? preguntó el hombre.
Su esposa no contestó.
Caras nuevas.
Ella contempló a la distancia y permaneció en silencio.
Sé que es justo la cosa para salvar nuestro matrimonio, dijo él brillantemente.
Ella suspiró.
traducción: HM