Autor: Yeni Gurion

Y es que mientras prosigue su genocidio en Gaza ante la inacción de la “comunidad internacional”, ocupado también todos los días en extender sus bombardeos y campañas militares en el Líbano y Siria, evita el acceso al buque de la Flotilla de la Libertad que fue bombardeado por dos drones hace dos días cerca de un puerto de Malta.

La ONG que comanda el noble proyecto de brindar asistencia humanitaria a Gaza, informó que su nave sufrió daños en su sección frontal, y que perdió la energía que la estaba impulsando al puerto de la capital gazatí. Con treinta activistas de todo el mundo en su tripulación, sólo trasladaba toneladas de alimentos y medicinas para salvar las vidas de millones de niños que Israel insiste en aniquilar. Cuando voluntarios de trece países procuraban sumarse a la Flotilla en aguas maltesas fueron interceptados por la prefectura local y llevados a calabozos ancestrales.

Los capitanes del Conciencia dijeron que la nave se encuentra a la deriva en aguas internacionales, que las autoridades maltesas les impidieron arribar al puerto para reparar los daños y curar a los heridos por el ataque con drones. El primer ministro maltés Robert Abela dijo que la prioridad es la seguridad de Malta, que el capitán del Conciencia impidió el abordaje de un inspector y de la policía maltesa. “Una vez que verifiquemos que su propósito es humanitario, los dejaremos seguir viaje a Gaza” declaró Abela, quien aseveró que Malta ha recibido a seis niños palestinos heridos y que los están tratando en el hospital de La Valeta.

A pesar de esta declaración, Malta viene siendo cómplice de todos los ataques israelíes a esta Flotilla desde 2010, cuando mató a nueve activistas en otro de sus miles de crímenes fuera del estado de Israel que están completamente impunes.

Por su parte, el Comité que conduce Hamas reportó el incidente, y señaló que fue otro acto más de Israel de “piratería” y “terrorismo de Estado”. Además, sostuvo que el gobierno de Malta no le brindó al Conciencia ni un matafuegos.

Entretanto, Israel conminó a Qatar a “dejar de ponerse en los dos lados con su doble discurso y decidir si está del lado de la civilización o del lado de Hamás”. Qatar rechazó la declaración y la cuestionó por “inflamatoria”. A pesar del esfuerzo de mediadores qataríes y egipcios para restaurar el cese al fuego, ni Israel ni Hamas se muestran dispuestos a ceder en sus demandas básicas, y se acusan mutuamente de la falta de acuerdo. Israel plantea en las mesas que Hamas debe ser desarmado y exluido de todo rol en la futura gobernanza del enclave, mientras que Hamas pretende que Israel detenga el genocidio y sus fuerzas se retiren de Gaza como condición necesaria para liberar a los rehenes.

El vocero del canciller qatarí, Majed Al Ansari, posteó en X: «Qatar rechaza firmemente la declaración del primer ministro israelí, que escapan a los más elementales estándares de la responsabilidad política y moral”. Al Ansari cuestionó el retrato del conflicto de Gaza como una defensa de la civilización, vinculándolo a históricos regímenes que utilizaron el dilema “civilización o barbarie” como falsa narrativa para justificar cobardes crímenes en masa contra poblaciones civiles indefensas. En su posteo Al-Ansari planteó que la liberación de 138 rehenes fue producto de esfuerzos de mediación y no de operaciones militares. También hizo referencia a la dramática situación en Gaza, donde hay hambruna y muerte, pavor y desesperación. Y que Israel utiliza el bloqueo de ayuda humanitaria como arma de coerción.

Igualmente, a Israel le importa un bledo lo que diga el vocero qatarí, y está preparando más incursiones de soldados que aseguren el exterminio total de Hamas, y luego sí, la puesta en marcha del proyecto glamouroso del yerno de Trump para convertir a Gaza en el proyecto inmobiliario más envidiado del “mundo civilizado”. Todo va camino a que se cumplan los anhelos de los dueños de la inmobiliaria Trump-Netanyahu.

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