Autor: Máximo Redondo
Hoy el gobierno estadounidense designó a la poderosa agrupación Viv Ansnm, cuyos miembros controlan casi todo Puerto Príncipe, y se extendieron a todas las áreas suburbanas, como “grupo terrorista transnacional”. La misma calificación se aplicó a la banda Gran Grif, que viene cometiendo horripilantes masacres en pueblos rurales, como la de Pont-Sonde.
«Son una amenaza directa a los intereses de seguridad nacional en nuestra región” dijo el secretario de estado Marco Rubio, para añadir que cualquiera que brinde apoyo o recursos a estas bandas será sometido a cargos criminales y será enviado de inmediato a Guantánamo.
El conflicto en Haití despierta hoy poca inquietud en la escena internacional. Los países vecinos están sumidos en un ombliguismo neoliberal que les impide reaccionar al drama humano que se desarrolla en la agitada nación caribeña. De hecho, Estados Unidos continúa deportando migrantes a pesar de los ruegos humanitarios de diferentes oficinas de la ONU. Más de un millón de personas han sido desplazadas, la violencia se está expandiendo al centro de Haití, y forzando a centros de salud a cerrar sus puertas, propagándose a la vez una hambruna pavorosa. El gobierno trumpista también congeló todos los fondos de ayuda, y desmanteló incluso todas las misiones militares y extractivistas en el país asolado por pandillas delictivas de pesado armamento.
Estas designaciones llegan después que el gobierno de Trump dispuso tal denominación a los venezolanos del Tren de Aragua y al cartel mexicano de Sinaloa. Inclusive, invocó una ley marcial para proceder a la deportación de los imputados como miembros del referido Tren para llevarlos a la controversial prisión del CECOT construida por el abyecto cipayo Bukele.
Por el momento, se desconoce qué pasará de aquí en adelante con las bandas haitianas, pues es de público reconocimiento sus estrechas relaciones comerciales con proveedores yanquis de armas y drogas, que operan desde puertos de la Florida, como los terroristas cubanos gusanos dueños del Inter Miami donde ni a Messi le está yendo bien. Pues todos ellos son muy amigos de Trump y no van a dar el brazo a torcer en sus caprichosas y mafiosas medidas.
Luckson Elan, que lidera Gran Grif, y Jimmy Cherizier, vocero de Viv Ansanm, ya están buscando representación política en Haití, aún cuando se encuentren sancionados por la ONU. Parece que el pandillerismo arrasará en las próximas elecciones, que prometen ser más democráticas que las últimas de Ecuador, sobre todo por la falta absoluta de veedores internacionales o de ONGs preocupadas por el sistema democrático haitiano o el respeto a los desechos humanos (o derechos, que hoy es lo mismo) en el país más vudista (neologismo que indica pertenencia a la religión vudú) del mundo. Y sobre todo, por la ausencia de la OEA, ente hace rato en extinción.