La marea espigadora del amor

Autor: William Morris

No apartes tus manos, mi amor, con el viento solo las ramas se mueven, y aunque las hojas sean escasas encima el otoño no nos avergonzará. Digo, deja que el mundo se vuelva frío y lúgubre, ¿qué es lo peor de todo el año sino la vida, y qué nos puede herir, querida, o la muerte, y quién nos acusará?
Ah, cuando venga el verano nuevamente, ¿cómo diremos, sembramos en vano? La raíz fue alegría, el tallo fue pena, el oído una mezcla sin nombre.
La raíz está muerta y se ha ido, mi amor, el tallo es una vara a probar nuestra verdad, el oído está guardado por nada que se mueva hasta que el cielo y la tierra tengan final.

traducción: HM

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