Autor: William Morris

Cansadamente, lúgubremente, la mitad del día ondean los grandes estandartes en lo alto sobre la piedra, extraña e inquietantemente suena la canción del viento, inclinando los mástiles de los estandartes.

Mientras, en completa soledad, observando la chispa del agujero legal yazgo, con la vida toda oscura, los pies atados, manos encadenadas rápido a la piedra, los sombríos muros cuadrados atravesados por el gemido de hombres aprisionados. Aún se esfuerzan los mástiles por la canción del viento, el estandarte rueda hacia el oeste sobre mi error.

traducción: HM

Vistas: 1
Compartir en