Autor: Joseph Eggunder
Estados Unidos le pidió a la Asociación de Huevos de Dinamarca y de otras naciones europeas si podían exportar huevos mientras los estadounidenses sufren una estampida en sus precios, llegando a comercializarse a un dólar la unidad.
La solicitud del Departamento de Agricultura coincide con la imposición unilateral e indiscriminada de tarifas arancelarias por parte del gobierno de Trump a Europa entera, y prácticamente a todo el mundo, además de reclamarles que paguen los costos de la guerra de Ucrania.
Incluso, el emperador naranja también amenazó con sanciones económicas a Dinamarca a menos que le ceda el control de Groenlandia a Estados Unidos, y esta semana aseveró que eventualmente la anexará, a pesar de su status como territorio autónomo de Dinamarca, miembro de la Unión Europea.
La cuestión es que los precios de los huevos están rompiendo récords todos los días, en medio de una tremenda epidemia de gripe aviar. En su primer día en la Casa Blanca Trump prometió que iba a bajar el precio de los huevos, pero aumentaron casi el 60% en el primer mes de su administración.
Dada la gran afición estadounidense a comer huevos en todas las comidas del día, a veces acompañados por alitas de pollo, Washington indaga si la disponibilidad de huevos europeos va a poder cubrir la demanda a precios razonables. Para su desazón, la Asociación Danesa de Huevos informó que no han tenido sobreproducción para el comercio exterior, y que lo mismo ocurrió en toda Europa.
“Hay escasez de huevos en todas partes, a escala global el consumo está aumentando y en muchas partes hay gripe aviar” dijo la cámara en su comunicado de respuesta.
Encima, las regulaciones de salubridad e higiene para exportar huevos a Estados Unidos son muy complejas y severas. Turquía exportó 15.000 toneladas de huevos en febrero, y los empresarios hueveros dijeron que los costos para cumplir con las demandas yanquis arruinaron el negocio.
Por el momento, el secretario de agricultura Brooke Rollins, anunció que se destinó un billón de dólares para combatir la gripe aviar y exportar huevos, y que pronto se verán los resultados de los esfuerzos trumpistas por conseguir huevos buenos y baratos, y así satisfacer las ansias de yema y clara de los achanchados consumidores estadounidenses.