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De melena blanca y garganta amplia, los niños de hombros pesados del viento saltan en el acantilado. El invisible halcón los crió en agua y alimentó en anchos lugares de desperdicios, en un ancho cuarto de novia a los ojos de las estrellas en el centro del océano, donde ninguna proa pasa ni se levantan islas… el mar más allá de Lobos blanqueado con el pasaje del halcón, él está aquí ahora, el cielo es una nube, sus alas emplumadas susurran en la hierba blanca, mis jóvenes cipreses se retuercen en la furia de su paso, no se atreven a soñar en sus siglos futuros de soportar la tempestad. (Tengo granito y ciprés, ambos de larga duración, plantados en la tierra, pero las rocas de granito del mar no son presas de ninguna ala de halcón, ellas han recibido golpes peores, como yo ellas recuerdan viejas guerras y están tranquilas, porque pensamos que el futuro es una pieza con el pasado, nos preguntamos por qué las cimas de los árboles y la gente están tan sacudidos.)
traducción: HM