Autor: Shaban Shaqaleh
Con su casa destruida durante la última ofensiva israelí en Gaza, Shaban Shaqaleh, un carpintero de 47 años, estaba pensando en llevar a su familia a Egipto una vez que el cese al fuego se asentara en una verdadera paz. Pero cambió de opinión cuando el presidente estadounidense anunció sus planes de desalojar a la población residente para desarrollar sus emprendimientos inmobiliarios (plan iniciado durante la primera presidencia de Trump, siendo su precursor y gestor su yerno judío Jared Kushner) impidiendo para siempre el retorno de los palestinos que sobrevivieron al genocidio israelí.
Recorrimos el barrio Tel Al-Hawa en la ciudad de Gaza City, cuyo paisaje de escombros y charcos de sangre supo albergar altos edificios densamente poblados. No hay agua ni electricidad, y como la mayoría de las casas de la ciudad, está todo en ruinas.
«Estamos horrorizados por la destrucción, los desplazamientos continuos y la muerte, y yo me quería ir para asegurarles un mejor futuro a mis hijos, hasta que Trump abrió la boca y reveló lo que los líderes de Hamas nos anticiparon. Esta es nuestra tierra natal y muertos nos van a tener que sacar” –nos cuenta Shaqaleh.
Los palestinos temen otra catástrofe como la de 1948, cuando se fundó el estado de Israel, y los masacró y expulsó por primera vez, en lo que se llamó la Nakba. De acuerdo con los proyectos inmobiliarios de Trump, Estados Unidos tomará el control de la franja para hacer su emprendimiento “la Riviera de Medio Oriente”, en las costas de Gaza,
«Yo estoy totalmente arraigado aquí, por más que nos echen a bombazos una y mil veces continuaré viviendo leal a la causa palestina hasta la muerte” –dice seriamente Shaqaleh.
Por el momento, todos los países árabes –en particular Egipto y Jordania- están en desacuerdo con la propuesta estadounidense-israelí, y lo consideran una pesadilla más horrenda que su maldita realidad.
Esta semana, cuando Hamas anunció que suspendía la liberación de rehenes por las violaciones al cese del fuego israelíes, Trump se histerizó y sostuvo que si Hamas no libera a todos los rehenes para el sábado al mediodía “se desatará el infierno en Gaza”. Además, amenazó con suspender sus ayudas a Jordania y Egipto si se niegan a cooperar con el plan inmobiliario. Hoy se reunió con el rey Abdullah en Washington y éste le dijo claramente que lo rechazaba.
«¿El infierno es peor que las matanzas y las vejaciones a las que nos someten?” preguntó Jomaa Abu Kosh, un palestino de Rafah, parado junto a su casa devastada. Y prosigue: “Necesitamos que entren las misiones de la ONU, que eran las únicas que lograban salvar nuestros pellejos”.
Una mujer, Samira Al-Sabea, acusó a Israel de bloquear la ayuda humanitaria. “Los perros callejeros viven mejor que nosotros. Estamos siendo humillados… ¿Y Trump desea hacer un infierno de Gaza? Ja, sus deseos nunca ocurrirán”.
En Cisjordania también están espantados por las palabras de Trump. Consultamos al Imán Nader: “Viéndolo a Trump sólo puedo acusar a los yanquis. ¿Cómo una superpotencia acepta a una persona como ésta? Sus declaraciones siempre son salvajes bravuconadas. ¿Qué va a hacer Trump? No le tenemos miedo, confiamos en Dios” –nos dijo el clérigo musulmán.