Dulce quedarse en casa

Autor: Davies, William Henry

Dulce quedarse en casa, dulce bien contento, no conoces ningún continente extraño, tú no has sentido tu pecho mantener un movimiento gentil con lo profundo, tú no has navegado en mares indios donde la esencia sale adelante en cada brisa. Tú nos has visto el rico crecimiento de la uva por millas, tan lejos como pueden ir los ojos: tú no has visto una noche de verano cuando las doncellas podrían coser por una luz de gusano, ni el mar del Norte en primavera enviando tintes brillantes que revolotean como pájaros en sólidas jaulas de hielo blanco, dulce quedarse en casa, dulce amar un lugar, tú no has visto dedos negros recoger algodón blanco cuando la flor es espesa, ni has escuchado gargantas negras en armonía, ni te has sentado sobre piedras que yacen planas sobre la tierra, que una vez se levantaron para ocultar a orgullosos reyes de ojos comunes. Tú no has visto las llanuras llenas de flores cuando cosas verdes tenían tan poco espacio que complacen al ojo como las flores más bellas, dulce quedarse en casa, todas esas largas horas. Dulce bien contento, dulce amar un lugar, dulce, simple doncella, bendigo tu querido rostro, porque tú has hecho más material doméstico, nutre lo suficiente tu gentil ser, te amo por un corazón que es amable, no por el conocimiento en tu mente.

traducción: HM

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