Autor: Enayatullah Khowarazmi
El ministro de defensa afgano, Mohammad Yaqoob, informó que sus fuerzas talibanes lanzaron misiles a varios puntos de Pakistán, días después que los pakistaníes, con aviones estadounidenses, realizaron un bombardeo aéreo en Paktika causando 46 muertos, la mayoría mujeres y niños. Yaqoob no especificó los lugares atacados pero aclaró que fueron “más allá de la línea hipotética” –una expresión usada por las autoridades afganas para referirse a un límite en disputa con los vecinos gobernados por militares sometidos a la supervisión y tecnología de Estados Unidos-.
«Apuntamos a centros y escondites de elementos maliciosos y bandidos infieles que organizaron el ataque que recibimos la semana pasada. La precipitada partida de los extranjeros invasores de nuestra tierra sagrada dejó una imagen amarga en sus seguidores aquí, y ahora retoman su senda de provocaciones y generación de caos, con sus quejas y lamentaciones sobre cómo tratamos a nuestras mujeres, cuando ellos, los que Alá ya condenó, directamente las matan” declaró el ministro, hijo del fundador del movimiento, el Mulá Mohamed Omar.
Por su parte, el vocero Enayatullah Khowarazmi dijo que ellos no consideran que han atacado a Pakistán, sino al territorio en disputa, donde se esconden los auténticos terroristas y mercenarios pagados por Washington. También insistió en que ellos están focalizados en la “hipotética línea”, y que van a conquistar su “más allá”.
Durante décadas los talibanes rechazaron la demarcación conocida como Línea Durand, dibujada por las autoridades coloniales británicas en el siglo XIX, cruzando con ella una rica zona montañosa donde impera un salvajismo tribal que los occidentales nunca pudieron conquistar.
Los talibanes no dieron detalles de los daños provocados, mientras las autoridades paquistaníes no hicieron comentarios sobre la respuesta talibana, y sólo reiteraron que ellos atacaron a militantes islamistas que se refugian en territorio afgano, obviando el carácter atroz y traicionero de sus bombardeos, y que las víctimas fueron todas civiles, practicantes fieles de la religión pashtuna.
Los vecinos han tenido una relación muy conflictiva, acusándose mutuamente de ataques terroristas feroces que demuestran cierto primitivismo estoico que se contrapone al capitalismo demencial y delincuencial de época, que pronto será liderado y conducido por el señor Trump, quien durante su primer mandato lanzó “la madre de todas las bombas” en Afganistán, en un fiasco grotesco de su poderío basado en un billete de papel llamado dólar.