Autor: Arthur Seymour John Tessimond
El miedo helado decreció lentamente mientras mis huesos crecían, mi altura crecía. Aunque me estremeciera en nieve de sueños, jamás me congelaría nuevamente en un terror de mediodía.
Nunca me quebraré, mis tendones se desmoronan mientras los dedos de Dios –el director- tantean al otro lado de puertas sin abrir que observo por cien mil años.
Jamás sentiré mi fina sangre filtrarse mientras la oscuridad estira una garra para golpear o nada bate un tambor aproximándose detrás de mi espalda en una habitación silenciosa. Jamás, solo, encontraré el final de mi palabra en la curva de un sendero, el giro de una pared: jamás, o solo una vez más, y esa será la única y el final del fin.
traducción: HM