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Patrones congelados de la luz: escarcha en nuestros rostros. El polen de la luz se tamiza por las pestañas de nuestros ojos…
La luz se hunde y oxida en agua, es rota por el vidrio… descansa en polvo desértico.
La luz yace como papel rasgado en rincones: un estanque de roca clama por el retorno del mar.
Luz, arrancada en los bordes por el viento, se mira abajo a sí misma en espejos arrugados desde puentes.
La luz se abre paso a sí misma por la oscuridad como cuerdas desatándose en olas de espuma… Ahora la luz está de nuevo acumulada, espadas contra nosotros… Ahora se ha ido.
traducción: HM
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