Autor: AFP - Agence France Presse
Pandilleros armados por Estados Unidos, socios en la liquidación del estado haitiano y la instauración de un terrorismo imperial, entraron a la conferencia de prensa donde el gobierno se disponía a anunciar la reapertura del hospital público más grande de Haití. Los “pandilleros” ya habían forzado el cierre del hospital universitario de Puerto Príncipe a principios de año.
Johnson “Izo” André, considerado el capo de una coalición pandillera bautizada Viv Ansanm, que controla la mayor parte de Puerto Príncipe, posteó un video asumiendo la responsabilidad por la matanza. En el video dice que la coalición no había autorizado la reapertura del hospital. Otros videos subidos a las redes desde el interior del edificio muestran al menos tres personas heridas en el piso.
Robest Dimanche, vocero de Online Media Collective, identificó a los periodistas muertos como Markenzy Nathoux y Jimmy Jean. La Asociación Haitiana de Periodismo confirmó que además de las muertes hay siete heridos, en lo que llamaron una “macabra escena de terrorismo puro y duro”.
El presidente interino del estado fallido caribeño, Leslie Voltaire (que no es descendiente del gran escritor francés), envió sus simpatías a las familias de las víctimas en un discurso dirigido a toda la nación. Más tarde, el gobierno declaró que “responderá firmemente al ataque. Este acto atroz, dirigido contra una institución dedicada a la salud y a la vida, constituye un ataque inaceptable contra las bases mismas de nuestra sociedad”.
Los periodistas fueron citados a las 8 am a una conferencia de prensa en el centro de Puerto Príncipe donde iba a disertar el nuevo ministro de salud, Duckenson Lorthe Blema. Todavía estaban esperando el inicio a las 11 am cuando irrumpieron los hombres armados. Blema tenía pocos días en el cargo, y formaba parte de un recambio de un gobierno de transición, cuyo primer ministro Garry Conille ya fue echado del cargo a fines del mes pasado.
El hospital, referenciado localmente como Hospital General, había cerrado en marzo cuando depusieron al primer ministro anterior Ariel Henry, que a su vez estuvo involucrado en el magnicidio de otro ex primer ministro, el empresario bananero Jovenel Moïse (apodado no casualmente Hombre Banana), cuando Haití, por supuesto, ya era un quilombo infernal.
Los pandilleros se han ensañado con el sistema de salud, destruyendo hospitales, clínicas y farmacias en toda la capital. La violencia genera miles de pacientes por días y los recursos son cada vez más escasos, siendo la única vía reparadora, de cualquier mal o herida, la nigromancia vudú.
Encima de este pavoroso escenario, llega la temporada de lluvias, que aumentará las enfermedades relacionadas con la insalubridad de estas en campamentos atestados de niños y madres con cólera y/o desnutrición severa, de acuerdo con informes fríos e improductivos de UNICEF.