La primera medida de Trump será apropiarse del Canal de Panamá

Autor: Trump, Donald

Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, acusó a Panomá de cargar excesivas tasas para el uso del Canal de Panamá, y dijo que si no comienza a manejarlo de una manera aceptable, le pedirá a su aliado centroamericano que directamente se lo entregue.  

En un posteo en su red Truth Social, Trump advirtió también que no permitirá que el canal caiga en “manos equivocadas”, en lo que fue un mensaje a la potencial influencia china en el pasaje marítimo interoceánico, donde viene realizando obras y gestionando el tráfico con tecnología barata que las autoridades panameñas incorporaron gustosas.

 Su mensaje fue un ejemplo más de un líder estadounidense ufanándose de que puede presionar a un país soberano para que le conceda territorio, como acaba de suceder con el monigote que tienen en Ecuador, que les acaba de entregar las islas Galápagos para una base militar, contrariando flagrantemente principios constitucionales establecidos durante los pródigos y soberanos tiempos del correísmo.

Estados Unidos fue el principal constructor del canal y lo ha administrado durante la mayor parte del siglo pasado, hasta 1999, cuando acordó con Panamá una administración conjunta hasta cederle la responsabilidad de hacerlo por su cuenta, aunque con su supervisión permanente.

Ayer Trump escribió: “Las tasas que nos está cobrando Panamá son ridículas, especialmente conociendo la extraordinaria generosidad que Estados Unidos ha tenido históricamente hacia Panamá”.

Ahora uno se pregunta: ¿A qué se refiere Trump cuando menciona “la generosidad”? ¿Acaso a la invasión de 1989, donde mataron a un número indefinido de civiles, destruyendo el sistema educativo y de salud panameños, porque su “son of a bitch” –el general Noriega- se había revelado y vuelto antiimperialista de repente? Nos cuesta comprender el concepto de generosidad aludido por el republicano magnate que se dispone a imponer a la humanidad su agenda MAGA[1].

Parapetado en su cosmovisión de millonario tan poderoso como mal informado, Trump prosiguió su amenaza en la red social de su propiedad, donde proclama verdades universales que son recibidas como dogma por sus laderos imbecilizados: «Nosotros no le cedimos el canal para que otros se beneficien, sino como una muestra de la cooperación que queríamos establecer con Panamá. Si los principios morales y legales de nuestro magnánimo gesto no fueron seguidos por los panameños, entonces demandaré que nos devuelvan el canal, enseguida y sin explicaciones (espero entiendan la sutileza de mi lenguaje)”.

Llamamos al presidente de Panamá para conocer una respuesta a esta apestosa bravuconada, en un momento donde las guerras promovidas por Estados Unidos están recalentándose y garantizando el alimento esencial del sistema capitalista vigente conducido por Estados Unidos, que es la venta de armas y la comisión de genocidios con impunidad garantizada por el Departamento del Tesoro. Del mismo modo amenazó Trump a quien ose correrse del patrón dólar, a los BRICS y a quienes osen preferir comerciar con China o Rusia en vez de Estados Unidos, el sempiterno ejecutor del imperialismo y el colonialismo contemporáneos.


[1] Por Make America Great Again, el conjunto de gansadas que configuran la plataforma política del trumpismo, mucho más alineadas en esta segunda oportunidad con los intereses de señores tecnofeudales como Musk, Zuckerberg y Bezos.

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