Autor: Weldon Kees
El mal sueño de tu ego tamborilea aquella visión encontrada en la página uno, páginas tres y ochenta y nueve. Cuenta los lugares heridos donde fuimos al suelo. Como un entretenimiento, cero. Horror de héroe. Prueba el renglón de relaciones incestuosas, amistad cordial, o el culto del ombligo ectoplasmático y los desvaríos de la culpa.
La página dos era encantadora. Y los márgenes eran anchos, uno se tentaba por las malditas muñecas de imaginería, tus espasmos histéricos y tus reproches en cursiva. Bien podrás suplantar la tuba si la música perdura.
traducción: HM
Vistas: 1