Autor: Weldon, Kees

La nada que se alimenta sobre sí misma: lápices que se vuelven agua en la mano, partes de una oración, colgando en el aire, pensamientos rompiéndose en la mente como vidrio, hojas de papel en blanco que reflejan el mundo blanqueado, el mundo por el que era silenciado.

Hubo dos años de aquello. Lentamente, cualquier cosa que parta, disgregue, corte, agriete, rasgue o divida para traerme a esa dieta de corrosión, ardió y parpadeó hasta su término. Ahora en una mano más vieja escribo mi nombre. Ahora con una voz que se hizo extraña, hablo a silencios de habitaciones alteradas, sacudido por el conocimiento de la recurrencia y el retorno. 

traducción: HM

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