Tendencias narcóticas en México: del fentanilo a la metadona cristalina

Autor: Arredondo, Juan

Toda la noche, Daniela contempla las pantallas del depósito donde trabaja como guardia de seguridad. El desafío es estar despierta. Entonces, antes de cada cambio, ella fuma metadona cristalina por el foco de euforia que le da.

Cuando Trump amenazó a imponer una tarifa de 25% a todas las importaciones de México, si no detenían el cruce de fentanilo por la frontera, la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, le respondió con una carta pública declarando que era una demanda de drogas de Estados Unidos que ocasiona crímenes y muertos en México. “Nosotros no consumimos drogas sintéticas” aseveró Sheinbaum en su publicación.

Pero Daniela es una de las muchas que en México la contradicen –sólo que no es fentanilo, sino el ultra-barato cristal que es la droga sintética más elegida. Su uso entre los trabajadores, juerguistas y la juventud aumentó un montón, amenazando con una crisis de salud pública que los servicios estatales no están preparados ni equipados para afrontar.

Volviendo a los ‘2000, la DEA desbarató varios laboratorios donde se cocinaba metaanfetamiena –la potente forma cristalina conocida como crystal meth, desplazando su producción a México y sus organizaciones narcos.  

Ahora, además de enviar toneladas de anfetaminas a Estados Unidos –donde ha resurgido su uso, a menudo combinado con fentanilo-, los narcos también venden mucho más en México, y se están disputando los mercados locales. Un informe reciente del gobierno reporto que casi la mitad de quienes han requerido tratamiento en el último año fue por metaanfetaminas.

“La tendencia está en alza” dijo Juan Manuel Quijada Gaitán, miembro de Conasama (Comisión Nacional de Salud Mental y Adicción). “De 2013 a 2023 los tratamientos por uso de metaanfetaminas aumentaron un 416%.”

Esto coincide con lo que los investigadores están viendo en el campo. “La ‘meta’ domina en todos los estados” dijo Alejandra García de Loera, experta de la misma institución, quien aseguró que en Aguascalientes está desplazando a la marihuana y a la cocaína como la droga más consumida. Su uso se ha extendido en fábricas, granjas y en el transporte, a quienes pretenden trabajar más tiempo y más duro, aún durante toda la noche.

“Hasta un punto es una droga funcional” dijo Falko Ernst, analista mexicano de la ONG Crisis Group. “Se ha transformado en una opción estándar para ayudar a la gente a soportar las presiones laborales”. También es popular como droga recreativa, para el sexo químico, particularmente en la comunidad LGBTQ+. Este veloz crecimiento ha conducido a una facilidad de acceso y a un precio de distribución más bajo. “Aquí, un gramo de cocaína cuesta 50 dólares, pero un grama de cristal sólo 6. Es más fácil obtener metadona que marihuana” dijo García de Loera.

Esto refleja el hecho de que la metaanfetamina es más barata de producir. Ernst dijo que en Michoacán, el estado líder en producción de ‘meta’, en las últimas dos décadas los precios de producción han bajado de 15.000 dólares el kilo a cerca de 600.

El impacto social del boom de la metaanfetamina en México es subestimado. Anecdóticamente, el impacto es sustancial. Afuera de uno de los centros comunitarios del Conasama en Edomex, el estado industrial que rodea a la ciudad de México, las paredes están cubiertas con avisos de peleadores de lucha libre. Adentro hay una sala de reuniones con asientos apilados y un podio cubierto con una pancarta de Alcohólicos Anónimos.

Claudia Sarahi Bernal Martínez, la directora del centro, dijo que el 60% de los que vienen pidiendo ayuda por el cristal son menores, muchos enviados por sus escuelas. Los centros les hacen una evaluación médica y psicológica, y eventualmente se les da terapia farmacológica. Hay más de 300 centros similares en todo el país, cada uno con un staff de cinco personas. Además hay más de 100 centros de integración juvenil que afronta la misma problemática, y algunos que ofrecen tratamiento residencial. Pero esta infraestructura es insuficiente.

“En la práctica, no es el gobierno el que ofrece más servicios de rehabilitación, son los anexos, que son sitios privados” dice Jaime Arredondo, droguista de Tijuana. En los “Anexos” se suele poner en prisión a un adicto contra su voluntad durante meses, dejándolos como pavos fríos. Suelen ser conducidos por ex drogadictos, siguiendo principios similares a los de Alcohólicos Anónimos, con un foco en la rutina y la disciplina. “Ha habido casos de torturas y abusos dentro de estos lugares” –asegura Arredondo.

También han ocurrido varios ataques narcos a los anexos, incluida una masacre en Guanajuato en 2020 que dejó 28 muertos. Los motivos detrás de las masacres no están claros, pero algunos especulan que es una revancha contra miembros del narco que quieren desintoxicarse, o que los anexos han ganado prestigio como hogares seguros contra los cárteles.

De acuerdo con Conasama, hay miles de anexos en todo el país, de los cuales sólo el 10% son legales. Si bien emplean diferentes métodos, no producen resultados duraderos, y la mayoría los abandonan. “Una vez que salen afueran, vuelven a las realidades de antes. Y pronto adoptan los mismos hábitos” –considera Ernst.

El padre de Daniela la puso varias veces en diferentes anexos, y ella siempre volvió a consumir. “Mi adicción es más fuerte que mi voluntad. Mucho más” –revela Daniela.

“Necesitamos lugares que respeten a las personas, basados en la evidencia, y que puedan ser pagados por las familias pobres. En México no existe eso” dijo Arredondo, cerrando el tema.

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