Autor: Baraka, Amiri

El blues africano no me conoce. Sus pasos, en arenas de su propia tierra. Un país en negro y blanco, periódicos soplados por los pavimentos del mundo. No siente lo que soy.
Fuerza en el sueño, una oblicua lactancia de nervio, el viento lanza arena, los ojos están algo bloqueados en odio, de odio, de odio, para caminar en el extranjero ellos conducen sus muertes aparte de la mía. Esas cabezas, que llamo mi ‘gente’.
(Y quienes son ellos. Gente. Para preocuparme, hombre feo.) Quien tú, para preocupar los chatos estómagos blancos de solteras, agonizando adentro de casas. Luz de luna pelada sobres mis dedos se mueve bajo sus ropas. Donde está su esposo. Palabras negras lanzan arena a los ojos, dedos de su muerto privado. Cuya alma, ojos, en arena. Mi color no es el de ellos. Más claro, el hombre blanco habla. Ellas rehuyen. Mis propias almas muertas, mi, así llamada gente. Africa es un lugar extranjero. Ustedes son como cualquier hombre americano triste aquí.

traducción: HM

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