Donald Trump retoma el control del mundo como un kindergarten

Autor: Agencia Maldita Realidad

El próximo presidente de Estados Unidos, luego de reunirse con Volodimir Zelensky en Paris, posteó en su plataforma Truth Social (Verdad Social) que “a Ucrania le gustaría hacer un acuerdo para terminar su guerra con Rusia”. Trump dijo que ambas partes sufrieron enormes pérdidas, y tal como anunció en campaña, es capaz de arreglar el asunto en 24 horas. Trump ya designó al general Keith Kellogg para realizar la tarea. El militar lo celebró comiendo chizitos con cerveza.

“Deberían hacer un inmediato cese al fuego y comenzar negociaciones. Ya se han desperdiciado innecesariamente muchas vidas, muchas familias destruidas” –posteó el futuro jefe de la Casa Blanca. Añadió que Ucrania ha perdido ridículamente 400.000 soldados, y muchos más civiles. No especificó si incluía a los heridos. “Zelensky y Ucrania quieren parar la locura” –remató su andanada online.  

En Telegram, Zelensky escribió que tuvo un “buen encuentro” con Trump, y que presenció cómo le apretó la mano con toda su fuerza a Macron, quien enrojeció y gritó como una mariquita. El sitio francés Axios informó que fue el presidente francés quien convenció a Trump de reunirse con Zelensky, ya que inicialmente se había mostrado renuente a hacerlo.

Contradiciendo a su nuevo jefe, Zelensky divulgó que sólo 43.000 soldados ucranianos murieron y que 370.000 fueron heridos, de los cuales la mitad pudo volver al frente de batalla. Ambos países se han negado a publicar cifras sobre muertos y heridos. Esta fue la primera vez que Zelensky tiró un número. La cantidad de cadáveres varía según la consultora que se encargue de contarlos.

Ahora bien, cómo será la política de Trump hacia Ucrania aún es algo que permanece en el más llano misterio. Kellogg dijo que iba a presionar a Kiev y Moscú para que retomen sus charlas, y que va a impulsar más ayuda militar a Ucrania si Putin no se compromete con su propuesta. Otros asesores trumpistas expresaron posturas más abiertamente pro-rusas.

En todo caso, hay poco optimismo en Kiev con la elección de Trump, pues muchos ucranianos sienten que el manejo de las líneas rojas y la escalada de la administración Biden trajo desastrosas consecuencias en el campo de batalla. Ucrania está cada vez más desolada y careciente luego de tres años de guerra, y muchos funcionarios consideran hacer las malditas concesiones territoriales para detener el conflicto.

Un director de una consultora con sede en Odessa nos presentó un escenario de tercios: una tercera parte no quiere ningún acuerdo, otra quiere el acuerdo, aún concediendo terrenos, y el tercio restante se manifiesta indeciso. En los últimos meses Kiev padeció una aguda reducción de personal y están luchando para rellenar los rangos. A tal punto llega la falta de hombres que la administración estadounidense sugirió a Zelensky llamar al combate a los mayores de 16 años, pero el ex comediante lo descartó, pues conjeturó que aumentaría más el ya gigantesco descontento que hay con su calamitoso gobierno.

En  el círculo íntimo de Zelensky ya muchos saben que no queda otra que negociar mientras sus mercenarios hace esfuerzos desesperados por mantener alejado al ejército rojo. Pero sin sólidas garantías de Occidente, piensan que la iniciativa conducirá a la extinción de la nación ucraniana. “Le dije a Trump que necesitamos una paz fuerte y justa, que los rusos no destruyan en pocos años como lo han hecho antes” aseveró el guerrerista presidente.

A pesar de su optimismo y de la arrogancia y fanfarronería trumpista, las condiciones que impone Rusia para arribar a un acuerdo parecen bastante inaceptables hasta para el negociador ucraniano más condescendiente. Hasta ahora no hubo la menor señal desde el Kremlin mientras su gran aparato militar continúa avanzando y afianzando sus posiciones, listos a proseguir su operación antinazi en Ucrania, que parece no tener un horizonte cercano de fin.

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