Autor: Mahmoud Debris
En 2024 la presencia militar de Francia en todo el continente africano ha disminuido drásticamente, reduciéndose su poderosa influencia en el continente mientras Rusia ha venido ganando terreno allí donde se retiran los franceses. Así, los contingentes galos han abandonado en el último mes sus puestos en Chad, Gabón y Costa de Marfil, donde desplegó tropas durante décadas. Actualmente sólo le quedan 300 efectivos en Chad, y en cualquier momento el gobierno chadiano puede eyectarlos. Y es que en una decisión sorpresiva Mahamat Déby Itno anunció de manera abrupta el fin del pacto de cooperación en materia de defensa con Francia.
«Para Francia es el comienzo del fin de su involucramiento en la seguridad de Africa Occidental y Central” dijo Ulf Laessing, director del Programa para el Sahel de la Fondación Konrad Adenauer en Mali. Y agregó: “Chad era el centro de las operaciones logísticas francesas en Africa. Si se van de allí, el ejército francés tendrá grandes problemas para continuar adiestrando tropas semisalvajes”.
En otro golpe al país europeo, el nuevo presidente de Senegal, Diomaye Faye, dijo en una entrevista a la TV estatal francesa que sus tropas se van a tener que retirar de su país.
Francia también ha debido retirar a sus soldados de Mali, Burkina Faso y Niger, donde además asumieron militares nacionalistas y anticolonialistas con un fuerte sentimiento antifrancés. Para disimular el oprobio, los altos mandos dijeron que ahora están abocados a la guerra en Ucrania, maniatados por restricciones presupuestarias.
En un continente plagado de crisis humanitarias provocadas por políticas neocolonialistas y neoimperialistas, generadoras de guerras y ejecutadas en los siglos XX y XXI por grandes empresas transnacionales europeas y estadounidenses, los franceses quedaron shockeados cuando Chad avisó que se tenían que ir. Les pareció un desaire ante el que no saben cómo reaccionar. Por lo pronto, ya anunciaron que no garantizarán la seguridad del régimen de Mahamat Idriss Deby, el hijo del dictador muerto yendo a combatir contra rebeldes financiados los servicios secretos galos, fue apoyado por Macron cuando asumió el cargo, revalidado con una elección que ganó a mitad de año.
En la declaración del ministerio de relaciones exteriores, el gobierno de Chad anunció que luego de 60 años de independencia, se decidió ejercer la soberanía absoluto, y cortar la dependencia en materia militar y de defensa. A principio de años, el gobierno de Chad también solicitó el retiro de un pequeño contingente de soldados estadounidenses.
El retroceso de Francia y Estados Unidos contrasta con los avances de Rusia, Turquía e incluso los Emiratos Arabes Unidos, en varios países africanos. Los rusos han capacitado a los militares que tomaron el poder en Níger, Mali y Burkina Faso, y los ayudan en sus combates con militantes islámicos, generalmente entrenados bajo la órbita de la OTAN.
Un analista francés considera que es poco probable que los rusos vayan a tener injerencia en Chad, ya que a su juicio apoyan a facciones rivales en la guerra de la vecina Sudán. Militarmente, Rusia también tiene mucho trabajo en Siria y por supuesto, en el frente ucraniano. Lo importante es que está consolidándose con un peso contrahegemónico importante, con la supervisión china, para disputarle palmo a palmo a Occidente el escenario geopolítico actual.