Autor: Bly, Robert
¿Has escuchado del muchacho que caminó junto al agua negra? No diré mucho más. Esperemos unos pocos años. Deseaba ser ingresado. A veces un hombre camina junto a un estanque, y una mano lo alcanza y lo empuja adentro. No había intención, exactamente. El estanque era solitario, o necesitaba calcio, los huesos lo harían. ¿Qué pasó entonces? Era un pequeño como el viento nocturno, que es suave, y se mueve lentamente, suspirando como una vieja mujer en la cocina tarde a la noche, moviendo sartenes, encendiendo un fuego, haciendo alguna comida para el gato.
traducción: HM
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