Autor: Sergio Sabban
Los argentinos que tienen sida y los médicos virólogos dicen que los recortes impuestos por el presidente libertario Javier Milei están afectando los tratamientos de los enfermos y han conducido a un aumento significativo de casos, pues el Estado se desentendió de la repartija de condones y de los tests de VIH.
El líder fundamentalista de la propiedad privada continúa con su vaciamiento del Estado, apelando una y otra vez a la metáfora de la “motosierra” para fanfarronear con la cantidad de personas que despidió o cacarear que tiene superávit fiscal. Los presupuestos de los servicios públicos han sido congelados y directamente están rematando organismos y bienes públicos al sector privado.
El presupuesto para atender a pacientes con sida, donde Argentina fue vanguardia a nivel regional, cayó un 67% en términos reales en 2024, y descenderá otro tanto en 2025. Esto ha paralizado el suministro de drogas y medicinas claves que han dejado a miles sin la posibilidad de vencer al virus, o llevar una vida normal. Hablamos con un paciente de 59 años que nos revela su situación: “Estoy tomando medicación vencida desde mayo. Ya casi no hay tests para medir la carga viral. Mi estado de salud ha empeorado y escribí una carta a la ministra de Capital Humano, otra al secretario de Salud, implorándoles que vuelvan a dar los tratamientos, pero nadie me respondió”.
De acuerdo con datos oficiales, en Argentina hay 140.000 personas con VIH. Cerca de la mitad se atiende en el sector público. La Fundación Huésped pronosticó que el año que viene 20.000 personas se quedarán sin tratamiento. Del mismo modo, similares recortes afectan a un montón de enfermedades y pacientes (particularmente la sífilis y la tuberculosis), y en particular a personas discapacitadas, quienes también padecen un dramático deterioro de su situación. En resumidas cuentas, la “austeridad” mileísta ya ha matado a miles de personas de todas las edades, descendiendo drásticamente la esperanza de vida en el país, tanto para los hombres como para las mujeres.
El hecho de que las enfermedades se estén detectando en forma tardía, encarece los costos hospitalarios, pero a los lúmpenes que pusieron al frente del sector salud sólo les interesa publicar en X amenazas a médicos y enfermeros que luchan por mejorar las condiciones de trabajo, y con salarios que los ubican al borde de la línea de la pobreza.
El director ejecutivo de la Fundación Huésped, Leandro Cohen, aclaró: “Todos estos recortes que anuncian mofándose de las víctimas, van a generar más costos y una crisis sanitaria y epidemiológica excepcional, sólo superada por la crisis de ignorancia e imbecilidad que genera la retahíla de estupideces e insultos que se pasan propagando los voceros del gobierno”.
En cuanto a la interrupción de la distribución de preservativos, la intención es repoblar Argentina con los hijos de las élites oligárquicas y trayendo migrantes estadounidenses e israelíes ortodoxos, que tienen crías en bandadas. Los métodos anticonceptivos se consideran aberraciones feministas y la libertad de vientres sólo aplicable a las castas altas.
Cohen se despide con un mensaje lapidario: “Nunca imaginé que pasaríamos por esto. El tratamiento del sida no puede ser interrumpido y estas bestias lo saben: nos están matando con toda la intención y la asquerosa alevosía de un presidente tan freak como mesiánico”.