Autor: Day Lewis Cecil
Canté como uno que en una cubierta oscilante canta para mantener en alto su coraje, quien pensó que la ola colgando cortaría su sol. Como cantan los gallos de tormenta, lanzando su respuesta natural en los dientes del viento, y no les preocupa si desperdician aliento o el control de natalidad de la primavera.
Como el océano volador se aferra a la altura, a la última gota del espíritu conduciendo cuando todavía adelante hay tierra a ser conquistada y trabajo para alas.
Cantando estaba en paz, sobre las nubes, fuera del ring: porque la pena encuentra una rápida liberación en canción y orgullo en aplomo.
Todavía viviendo aquí, como uno entre dos enormes potencias vivo, a quien la neutralidad no puede salvar ni la ocupación animar.
Ninguno semejante quedará vivo: el ala inocente pronto es derribada, y estrellas privadas se desvanecen en el amanecer rojo-sangre donde dos mundos se esfuerzan.
El rojo avance de la vida contrae orgullo, llama a la sangre común, la canción late en una sola hoja, hace una carga profunda del dolor.
Movamosnos entonces con nuevos deseos, porque donde solíamos construir y amar es la tierra de ningún hombre, y sólo fantasmas pueden vivir entre dos fuegos.
traducción: HM