Autor: Ernesto Spotorno
A diferencia de Argentina, donde ya se remató Vaca Muerta y se expoliaron nuestros recursos hidrocarburíferos, el presidente de Surinam anunció un programa de “ganancias para todos” mientras la pequeña ex colonia emplazada al norte de nuestro continente planea distribuir entre sus pobladores las ganancias que se obtengan por las recién descubiertas reservas de petróleo y gas.
Junto con su vecina Guyana, las dos ex colonias holandesas esperan hacer billones en los próximos años de los ricos depósitos de crudo hallados en sus lechos submarinos. Guyana ya había anunciado un pago de 400 dólares a cada ciudadano adulto y en el extranjero como parte de un esfuerzo por distribuir la riqueza petrolera.
Los expertos han pronosticado que Surinam –un país de 600.000 habitantes- está posicionado para hacer 10 billones de dólares en los próximos 10 años. Hoy la pobreza alcanza al 20% de la población, y de acuerdo al Banco Mundial su PBI es de $3.4bn. El mes pasado, la petrolera francesa Total anunció un proyecto para explotar un campo de petróleo en la costa de Surinam con capacidad para producir 220.000 barriles por día, el cual comenzará a reportar beneficios en 2028.
El presidente de Surinam, Chan Santokhi dijo en los festejos del Día de la Independencia que el objetivo es que “cada surinamés obtenga beneficios del petróleo y el gas. Todos tenemos que aprovechar la oportunidad y nadie será excluido. Ustedes son codueños de los ingresos petroleros” –prometió el líder sudamericano. Se espera entonces transferir a cada surinamés la suma de $750 dólares, con un beneficio anual del 7%.
Santokhi previamente aclaró que su país está “precavido de la maldición del petróleo”, también conocida como “enfermedad holandesa”, que ha aquejado a otros países ricos en estos recursos como Venezuela, Angola y Argelia, que no pudieron transformar la riqueza petrolera en desarrollo económico. Noruega fue una excepción a esta “maldición” al construir un fondo de riqueza soberano. Surinam está preparando uno similar en su ansiosa espera a que comiencen a fluir ingresos por el “oro negro”.