Autor: longley, michael
Y resumiendo, pienso cuando con nube y tormenta ustedes confirieron, por el mero genio de Dios levantado allí, estornino alegre, chochín nervioso, es perfección lo que ensayan, Dios colocó la lapa sobre una roca, él vistió a la prímula en su vestido al revés y enseñando su pierna, y cerró la castaña en su bolsa: creando un precedente más, con no menos previsión, no menos cuidado que le dio a tus plumas y al aire para migrar a su mejor intento. A ángulos útiles bien alineados, a alturas apropiadas compelido a inclinarse, a través de paisajes divididos anualmente, pájaros, ustedes siempre están en su mente. Rápidos emblemas de su larga hacienda, es bueno tenerlos sobre la cabeza, quien comprende cuando todo está dicho, cuando todo está hecho, y es tarde. Tal vez mi sermón, como sus costumbres, lleguen de pronto más allá de la disputa, oh, pájaros enteros y absolutos, últimos pájaros sobre nuestros hogares rotos.
traducción: HM