Autor: longley, michael

El congelamiento anexiona incluso al mar, eliminando las olas de su plataforma. Deja que los cielos caigan, adentro de la cueva del vientre del zorro, esta catastrófica reforma de corta vida dirige a nuestros hogares a las aves del paraíso. Ellas vienen en descabellados vientos para mantenernos calientes. Soborno romántico con tesoro, sería mejor que olvidemos nuestras esperanzas de deshielo cuando la primavera limpie los arbustos, polvo de nuestros alféizares de nieve y pluma, liberar su decadencia y el verdadero declive del avetoro a quien este tiempo diferente lo guardó en hielo como un espécimen.

traducción: HM

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